jueves, 4 de junio de 2009

Anular el voto

En esta época electoral ha surgido un clamor, que ha llegado ya la categoría de grito.

Y este es: vota en blanco o anula tu voto.

La idea parece simple: Como yo no me siento identificada con ningún partido y como no me siento representado por ninguno, voy a demostrar mi inconformidad votando en blanco o tachando toda la boleta.

Suena bien, pero no es tan fácil.

Primero, porque en nuestra incipiente democracia, la mayoría simple define al ganador. Es decir: si de 10,000 ciudadanos en posibilidades de votar, 9,999 anulan el voto y uno sólo vota por X partido o candidato, ese partido y/o candidato gana la elección. No hay segunda vuelta como en otros países.

Segundo, los votos nulos son contabilizados, pero nadie sabe por qué se anuló el voto. Da lo mismo que el voto nulo sea en protesta o que te hallas equivocado. Igual no valen.

Tercero, el anular el voto sólo favorece a los partidos que tienen su voto duro ya asegurado (voto duro) y servirá sólo para que esos partidos se queden con los puestos.

para mí, creo que la cosa debe ir por otro lado. Está en exigirle a los partidos políticos que reformen esta ley electoral tan idiota que aporbaron, que abran espacios para los que no se sienten representados por ellos, que rindan cuentas a nosotros, los que les pagamos y los que los elegimos (hayamos o no votado por ellos).